Actualmente nos quejamos de la vida, de nuestro entorno, de lo que ocurre al exterior, ya que distintas dificultades nos rodean todos los días, en cada momento, y por ello nos taimamos, no vemos salidas, pero tenemos que levantar los ojos, seguir por el desierto y buscar caminos nuevos. Hay que atreverse a equivocarse, hay que aceptar las dificultades, nuestra vida no es un camino pavimentado sino que hay piedras en el camino.