Durante el fin de semana, se llevó a cabo en nuestra ciudad la toma de posesión canónica del nuevo Obispo de Osorno, Monseñor Carlos Alberto Godoy Labraña.
Esta instancia celebrada el pasado sábado 11 de noviembre, se efectuó desde la Iglesia San Francisco hasta la Catedral San Mateo Apóstol.
Alrededor de las 16.00 horas se realizó el rito de Profesión de Fe y el Juramento de Fidelidad en el templo San Francisco, donde estuvo presente el prelado, acompañado de los obispos de distintas Diócesis de Chile, el Nuncio Apostólico Alberto Ortega Martín, el Cardenal Celestino Aós Braco y el Arzobispo de Santiago Fernando Chomalí, junto a religiosas, sacerdotes, diáconos, familiares, amigos y el pueblo peregrino de la ciudad.
Tras este rito y junto a la imagen de la Madre del Señor, se dio inicio a la procesión por calle Eleuterio Ramírez, para dirigirse hacia la Catedral San Mateo Apóstol, donde fue recibido por la comunidad católica, cristiana y del pueblo mapuche.
En el frontis de este lugar, se llevó a cabo el saludo protocolar a las autoridades civiles de la ciudad, entre ellas la delegada presidencial provincial, Claudia Pailalef, el Cacique de la Jurisdicción de San Juan de la Costa, Arturo Marinao, además del edil de Osorno, Emeterio Carrillo, momento en el que se le dio la bienvenida a nuestra ciudad.
Tras este encuentro, el entonces electo obispo de la Diócesis de Osorno, Carlos Godoy Labraña, ingresó en medio de una multitudinaria asistencia, al Templo Mayor para dar inicio a la Santa Misa con la que se llevó a cabo la toma de posesión canónica, avanzando de este modo por la nave central de la catedral, junto a sus pares, sacerdotes y diáconos, además de acólitos de diferentes comunidades parroquiales.
Luego de dos horas de esta Santa Misa, el nuevo obispo de la Diócesis de Osorno, Carlos Godoy Labraña, la dio por finalizada con estas palabras, “Mis queridos hermanos y hermanas, reitero aquello que les dije en mi mensaje con motivo de mi nombramiento: ‘Comenzaré a ser obispo titular con ustedes. Me acompañarán en esta aventura de tratar de ser un pastor cercano y fiel a los propósitos del Evangelio. Necesito de sus oraciones y también de su cariño que, sin duda se expresará en el afecto, la corrección fraterna y la corresponsabilidad en la construcción de una Iglesia cada vez más unida y atenta a los signos de los tiempos’. Cuenten con este, su hermano obispo y pastor. Amén”.